Cuaderno de viaje, Salta – Norte Argentino, 1991 : San Antonio de los Cobres I

Nuestros pequeños guías en la mañana de San Antonio de los Cobres, Salta, 1991.

Cuaderno de viaje, Salta – Norte Argentino, 1991 :
San Antonio de los Cobres I

El viaje desde un autobús de turismo
La primera vez que viajé al Norte Argentino presté especial atención a la actividad de los choferes del autobús turístico en el que íbamos. Era el año 1982, hacíamos un viaje turístico que tocaría todas las ciudades – casi – desde Buenos Aires hasta la lejana Jujuy. Rosario, Córdoba,Carlos Paz, Tucumán con sus valles, La Rioja ( quizás no estén en orden correlativo, pero voy haciendo memoria ), Catamarca, Salta y finalmente Jujuy – Humahuaca.

Los choferes, que se turnaban en diferentes horarios, mantenían e iban llenando en cada parada unos bolsos o valijas con ropas y alimentos.
Lo entendí cuando salimos del – diríamos – circuito de ciudades mas desarrolladas y enfilamos a la montaña y al Norte mas Norte.

En la carretera, en determinados puntos se instalaban como dándonos la bienvenida, pequeños grupos familiares, a veces madres con hijos, otras veces niños solos. El autobús hacía una pequeña detención, a veces en la nada, los choferes bajaban unas ropas y unos comestibles, los repartían entre las personas que los esperaban y seguíamos camino. Quiero aclarar que los choferes nunca nos pidieron nada a los viajeros, era una actividad que tenían como propia, si alguien se "contagiaba" mejor. Todos preguntamos cómo podíamos ayudar a continuar con esta "cadena solidaria".

No creo que hayan cambiado ( para mejor ) estas necesarias costumbres, probablemente se hayan intensificado. Apenas en algunos sitios, a la distancia puede distinguirse a un ser humano de un cardón, y cuentan, que el Libertador de estas tierras ( Don Martín de Güemes ) se valió de la estratagema de vestir estos “pinchudos” vegetales con ponchos para simular frente a los españoles un ejército que no poseía. El ejército vegetal lo salvó e hizo que los enemigos rehuyeran un combate que parecía encontrarse en desventaja.

Las gentes que habitan estos resecos y áridos parajes, muchas veces tienen también a estos mismos cardones como fuente de su salvación, sonsacándoles agua cuando están resechos, usando su “madera” como complemento para la construcción y usando sus frutos para preparar alguna mermelada. Hoy no se los puede usar industrialmente para el turismo, están protegidos por ley como forma de evitar su extinción. Lamentablemente la protección de la ley no alcanza a los habitantes, que necesitan tanto del viajero como del agua de las magras corrientes que bajan de la montaña.

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No pude llevar todo lo que quería, tampoco podría por mas que quisiera cambiar la situación de todos con mi humilde aporte, pero mi mochila de 1991 llevó un aporte de ropa para San Antonio de los Cobres. Luego vi en la televisión de BsAs que muchas escuelas organizaban las vacaciones denominadas “solidadarias”, en las cuales los chicos dan parte de “su tiempo y su esfuerzo” para cambiar en algo al menos las duras realidades que se viven cuando se suben unos cuantos metros a la montaña.

Estos chicos que retraté y que hoy serán adultos, no forman parte del “folklorismo” del Norte, son personas, que dadas las realidades económicas actuales, quizás estén necesitando mas nuestra ayuda que años atrás. Aprovecha el tren turístico y el espacio que te quede vacío en la valija y en el coche.

No viajes sin llevarles algo. No hagas "turismo" en verano, olvidandote de los que viven allí todo el año.

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