Existió una época en que era posible viajar entre Buenos Aires ( Argentina ) y La Paz ( Bolivia ), un tren unía estas dos lejanas capitales sudamericanas ( 2.250 km entre ambas aproximadamente ) pasando por una de las regiones mas paisajísticas del continente, el camino que los propios conquistadores habían elegido para unir las tierras del Virreinato del Perú con el del Río de la Plata : la Quebrada de Humahuaca ( declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2003 ) en la provincia de Jujuy.
Cuando fotografiamos la estación de Humahuaca en el año 1983 ya hacía mucho tiempo que el servicio ferroviario “Estrella del Norte” había dejado de existir, era imposible hacer el trayecto de un tirón, quedaba eso sí, creo que hasta el año 1993 la versión limitada a Bolivia, que unía Villazón - en la frontera con Argentina - con la ciudad del Altiplano.
Es notorio en la visión del satélite el espacio que deja libre el antiguo trazado ferroviario que unía La Quiaca ( última ciudad argentina ) con “el Diamante que se pule solo “ en el lado boliviano.
La desidia, los deseos de limitar la inmigración boliviana a BsAs y la aplicación del neoliberalismo económico terminaron de matar una opción de futuro para el comercio y para el transporte de pasajeros, tantos pueblos que a diferencia del de Humahuaca verdadera capital espiritual del Norte, carecen de atractivos turísticos agonizaron hasta casi desparecer.
Un gran escritor jujeño Héctor Tizón es una referencia ineludible para entender el paisaje y la gente unida al mismo, uno de sus libros “Tierra de Frontera” y su narración “El último tren a Jujuy” representan lo mas cercano a una pintura con letras de la realidad norteña que hemos visto.
Un amigo que realizó el cruce de la Quebrada en el mítico tren me contaba que en cierto momento el tren se inundaba de polvo, era como si el paisaje no pudiera mantenerse fuera y lo llenara todo, tan así que hacía imposible ver de un extremo a otro del vagón, le creí pero no me convenció… faltó tiempo para que haciendo yo el mismo trayecto pero en bus – en un colectivo que unía Jujuy con la frontera – lo comprobara, incluso con todas las ventanas cerradas la nube de polvo impedía ver ( y casi respirar ) a partir del momento en que tomábamos camino de ripio, pues la ruta asfaltada se terminaba en Humahuaca, el resto era aventura.
Unida a la búsqueda arqueológica industrial, al descubrimiento de los restos de la antigua vida pegada a los rieles, la región del NOA ( Noroeste Argentino ) mantiene en funcionamiento turístico la línea del Tren de las Nubes en la provincia de Salta y que nos puede dar una idea de lo que representaba el tren en estas desoladas regiones.
Otros links de interés :
Antigua Estación de tren de Jujuy
Viaducto de Polvorilla, Tren a las Nubes, Salta
4 comentarios:
La estacion de tren que estaba frente a la casa en Buenos Aires donde me crie de chico, pese a que estaba en medio de la ciudad y servia el tren urbano electrico solamente, era una estacion "servicio completo" (tenia casa para el jefe de la estacion y una oficina de telegrafo), como las estaciones antiguas en los pueblos. En la oficina de telegrafo habia un pizarron que decia "estado de las lineas". En el mismo perennemente escrito con tiza decia "Villazon, condicional".
Qué cosa mas rioplatense que contás !cuántos años se han perdido de progreso regional y - sin temor a exagerar - continental con la eliminación de todas estas líneas, a las que sumo la del C 14 - que está buscando un nuevo renacer - y la del Chaco de la que se habla que se renovará.
En años posteriores 1991, viajé en el BsAs-Tucumán antes de que se eliminara el servicio ( por suerte hoy recuperado ), no existían tampoco líneas a Alemania en Salta que también hoy 'suena' como de posible reaparición, y así tantos servicios inestimables que afincaban a la gente a su ciudad o pueblo, desapareciendo el ferrocarril sigue la desaparición de los pobladores.
Ojalá veamos una nueva historia y si no somos nosotros, al menos nuestros nietos los que puedan volver a utilizar servicios ferroviarios que recorran toda América, el continente los necesita.
Gabriel, permitime que te corrija en algo: el Estrella del Norte nunca llegó a La Quiaca, solo a la ciudad de San Miguel de Tucumán, desde ahí combinaba con el Expreso Panamericano (que de expreso tenia solo el nombre) de trocha angosta con destino a La Quiaca y allí combinaba con el tren a La Paz.
Además en 1983 todavía corrían todos los trenes, no fueron suprimidos sino hasta 1993/94 en la nefasta década de Menem.
Jorge, gracias por tus precisiones, ahora te diré que si corrían lo hacían hasta Jujuy, pues de allí en adelante ya no se veían trenes.
Recuerdo que en el 91 estando en la Estación de Villazón vi partir el expreso a La Paz, pero me comentaban allí que no había conexión con Argentina, cosa que comprobé in situ.
Qué buen nombre el de Panamericano cuánta nostalgia y cuántos deseos de que algún día pueda verse nuevamente algo similar.
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